Los cosméticos son productos usados para mejorar, cuidar, limpiar o alterar la apariencia del cuerpo. Existe una extensa variedad de ellos, desde maquillaje y cremas para el cuidado de la piel hasta jabones y perfumes.
El uso de cosméticos surge a partir de factores culturales, sociales y preferencias personales. Mucha gente usa cosméticos, como el maquillaje, para intensificar los colores del rostro o embellecerlo. Es más, el maquillaje permite ocultar imperfecciones como las manchas, cicatrices, ojeras, además de resaltar y contornear algunas facciones distintivas como los ojos, labios o pómulos. Además del maquillaje, los cosméticos abarcan una amplia gama de productos de cuidado personal, como el champú, el gel de baño, el protector solar, los limpiadores, entre muchos otros que se aplican al cuerpo, la cara, las uñas o el cabello.
A medida que más cosméticos vienen siendo usados, es importante conocer los diversos elementos o compuestos de estos productos para garantizar que su uso sea seguro.
Ejemplos de compuestos o elementos que se encuentran en los cosméticos
Hay compuestos o elementos específicos que han demostrado capacidades excepcionales para mejorar las condiciones y la apariencia de la piel. Por ejemplo, el óxido de zinc, que se encuentra comúnmente en los productos de protección solar, puede ayudar a proteger la piel de los efectos agudos de la radiación ultravioleta (UV). También es un antiinflamatorio y permite aplacar la irritación de la piel. La vitamina C es otro compuesto que se encuentra comúnmente en los productos destinados al cuidado de la piel; es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger la piel del daño causado por los radicales libres. También desempeña un papel en la síntesis de colágeno, lo que contribuye a mantener la piel firme y joven.
A pesar de las ventajas que los productos cosméticos y de cuidado de la piel aportan a la piel, puede haber casos en los que también contengan elementos nocivos, como plomo, mercurio y cadmio. Estos metales pesados tóxicos pueden ser agregados de manera intencional a los cosméticos, o pueden presentarse como contaminantes en las materias primas.
Por lo general, el plomo es usado como colorante, particularmente en el caso de los lápices labiales, sombras de ojos y rubores, en razón de la variedad de tonos vibrantes y duraderos que puede proporcionar. Sin embargo, la exposición al plomo puede causar problemas reproductivos, presión arterial alta y elevar el nivel de riesgo de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares en adultos.
Por su parte, el mercurio es usado comúnmente en cremas destinadas al aclaramiento de la piel y en ciertos tipos de maquillaje para los ojos, como el rímel. Es agregado a dichas cremas despigmentantes, ya que inhibe la producción de melanina: el pigmento que le da color a la piel; asimismo, aclara la apariencia de imperfecciones o manchas oscuras. En el rímel, se usan pequeñas cantidades de mercurio como conservante y para prevenir el crecimiento bacteriano que podría provocar infecciones en los ojos. A pesar de ello, como los compuestos de mercurio son absorbidos fácilmente por la piel al momento de la aplicación tópica y tienden a acumularse en el cuerpo, pueden producir reacciones alérgicas en la piel, irritación en la piel o efectos neurotóxicos.
El cadmio también puede estar presente como contaminante en ciertos ingredientes cosméticos, como colorantes y pigmentos que se derivan de fuentes naturales. Esto podría deberse a malas prácticas de fabricación o al uso de materias primas contaminadas. La exposición al cadmio puede provocar efectos perjudiciales en la salud, como insuficiencia cardíaca, trastornos renales y daño cerebral.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha establecido límites de uso de metales pesados para los cosméticos. La Tabla 1 muestra los límites de mercurio para los cosméticos (de acuerdo con las condiciones de las buenas prácticas de fabricación descritas en la CFR, título 21, 700.13).
Tabla 1: Límites máximos de mercurio en cosméticos
| Descripción | Límite máximo (ppm) |
|---|---|
| Nivel de mercurio en productos destinados al contorno de ojos | 65 ppm |
| Nivel de mercurio en otros cosméticos. | 1 ppm |
¿Cómo se usa la fluorescencia de rayos X (XRF) en el análisis de elementos que pueden formar parte de los productos cosméticos?
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La fluorescencia de rayos X, o XRF por sus siglas en inglés, es particularmente útil para esta aplicación, ya que puede analizar metales pesados como plomo, cadmio y mercurio en productos cosméticos dedicados al cuidado de la piel. El análisis no es destructivo y además proporciona resultados de detección rápidos y precisos.
De la Figura 1 a la Figura 3 se muestran los resultados de los análisis con un analizador XRF portátil Vanta™ en varios productos cosméticos. Cabe destacar que el analizador Vanta puede analizar concentraciones tan bajas de mercurio como de 10 ppm.
Figura 1. Resultados químicos y espectro de la muestra A
Figura 2. Resultados químicos y espectro de la muestra B Los picos encerrados en un círculo rojo son picos específicos al mercurio (Hg), lo que indica que hay mercurio en la muestra B.
Figura 3. Resultados químicos y espectro de la muestra C
El analizador XRF Vanta puede ser usado como herramienta de detección para identificar elementos peligrosos/tóxicos en los cosméticos; ya que a veces no son declarados en la lista de ingredientes del producto cosmético. Asimismo, este análisis no destructivo puede proporcionar a los usuarios resultados rápidos y precisos con una preparación mínima de la muestra. Por último, el analizador Vanta es fácil de usar y conocer para ejecutar análisis de alto rendimiento y mejorar la productividad gracias a su interfaz de usuario intuitiva y software personalizable.
